domingo, 23 de octubre de 2011

ISABEL I DE INGLATERRA, LA REINA BESS


Reina de Inglaterra Elizabeth I (Isabel I, 1533-1603). Nació el (7 de septiembre de 1533) en Greenwich, Inglaterra y murió el (24 de marzo de 1603) en Richmond. Durante su Reinado de 44 años (1559-1603), Inglaterra tuvo un gran esplendor cultural, con figuras como William Shakespeare y Christopher Marlowe; también son importantes figuras Francis Drake y John Hawkins.

El término “Anglicano” y su derivado “Anglicanismo”, provienen del latín “Ecclesia Anglicana”, “Iglesia Inglesa”, y es usado para designar a la “Iglesia de Inglaterra” (en inglés: “The Church of England”, también conocida como “Iglesia Episcopal”). La Adoración y la Liturgia son muy parecidas a las que practica la Iglesia Católica y también a otras Iglesias Protestantes. Mantiene algunos elementos de la Iglesia Católica, como el Episcopado Histórico (Obispos y Arzobispos), pero acepta la autoridad exclusiva de la Biblia, la Tradición Eclesiástica, los Credos Apostólico y Niceno, como resúmenes suficientes de la fe contenida en la Escritura, los Sacramentos del Bautismo y la Eucaristía, como medios indispensables, externos y sensibles (instituidos por Jesús de Nazareth), como medios de la Gracia de Dios, que es interna y espiritual. Esta jerarquización no elimina los otros 5 Sacramentos Tradicionales (Penitencia, Confirmación, Matrimonio, Ordenación y Unción de los enfermos) que, instituidos por la Iglesia Anglicana o Iglesia de Inglaterra con la autoridad de Jesús de Nazareth, se añaden a los 2 primeros.
En la Iglesia Anglicana o Iglesia de Inglaterra no existe una veneración de santos propiamente dicha; antes bien, en la medida en que la Iglesia Anglicana o Iglesia de Inglaterra, como “Pueblo de Dios”, es Santa, todos sus miembros bautizados lo son, no por sus merecimientos morales, sino en virtud de su vocación. Sin embargo, la Iglesia Anglicana o Iglesia de Inglaterra honra a Dios y le da gracias “por la Gracia depositada en sus santos, que han sido luces del mundo en su propia generación”; de esta manera, es posible honrar, dentro de la liturgia, y con arreglo a un Calendario Eclesiástico, a los bautizados que han sido “Héroes de la Fe”.

En las Iglesias Anglicanas existen diversas imágenes de Jesús de Nazareth, la Virgen María y los santos: “Íconos, Retablos, Conjuntos Escultóricos y Vitrales”; sin embargo, la Iglesia Anglicana o Iglesia de Inglaterra suele establecerse una clara diferencia entre utilizar Imágenes en el Culto (práctica generalmente aceptada), a rendir culto, de cualquier índole, a las Imágenes. Este criterio distingue al Anglicanismo tanto de las tradiciones protestantes, como del Catolicismo y la Iglesia Ortodoxa, en lo que al tratamiento de las imágenes religiosas se refiere.

La Misa Anglicana es igual a la Misa Católica, y al igual que esta incluye una Epíclesis (o sea, una invocación al Espíritu Santo). Otro ejemplo de expresión de estos valores del Anglicanismo se observa en que, en la mayoría de las provincias anglicanas, es canónicamente posible, desde la década de (1970), la Ordenación de Mujeres al Diaconado, al Presbiterado y al Episcopado, lo cual, no obstante, no ha dejado de crear amplia discusión entre las iglesias de esta Comunión. La primera mujer consagrada al episcopado fue Barbara Clementine Harris, como Obispa Sufragánea de Massachusetts, EUA, en (1990). Para la Iglesia Anglicana o Iglesia de Inglaterra, la mínima expresión de la Iglesia en el mundo es la Diócesis, es decir, la reunión de las personas bautizadas (laicos y clérigos), que forman parte del Cuerpo Místico de Cristo en una determinada área territorial, bajo la Guía Pastoral de un Obispo.

Cada Obispo es el Sacerdote Principal de su Iglesia Diocesana, preside por derecho la Eucaristía, ordena y consagra a los Diáconos, a los Presbíteros (esto siempre en unión de 2 o más Presbíteros que imponen las manos junto con él), y a otros Obispos, (igualmente, en unión de 2 o más Obispos). El Obispo preside Ex Officio, todos los cuerpos canónicos o de facto instituidos dentro de su Diócesis, y que están integrados por Clérigos y Laicos debidamente elegidos por el Sínodo o Convención, pero no puede ponerse por encima de la Constitución y Cánones de su Diócesis ni de su Provincia Eclesiástica o Iglesia Autónoma.

El desencadenante de la Reforma Inglesa (Reforma Anglicana) fue el deseo del Rey Enrique VIII de obtener la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón, hija de Isabel de Castilla y Fernando II de Aragón (Reyes Católicos). Lo que comenzó como una disputa política y no teológica, tuvo profundas consecuencias tanto políticas como teológicas. Tras la separación de la Iglesia Católica, por el “Acta de Supremacía Real”, el Monarca se convirtió en “Jefe Supremo de la Iglesia de Inglaterra”, que devino en una “Iglesia Nacional Independiente de Roma”. Siguieron en Inglaterra muchos años de disputas teológicas, que a la postre llevaron a la Guerra Civil. El resultado fue el establecimiento de una Iglesia Oficial del Estado y el reconocimiento gradual de varias otras iglesias y movimientos religiosos, incluyendo la Iglesia Católica.

Inglaterra estuvo junto a Roma durante casi 1000 años, antes de que ambas Iglesias se separaran en (1534), durante el Reinado de Enrique VIII. La separación teológica se venía gestando en el seno de la Iglesia Británica por medio de movimientos como el de los Lolardos, pero la Reforma Inglesa (con carácter cismático) ganó verdadero apoyo político cuando Enrique VIII quiso anular su matrimonio con Catalina de Aragón (de acuerdo al Derecho Canónico). Bajo presión del sobrino de Catalina, el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V, el Papa Clemente VII, inicialmente favorable a la solicitud, la rechazó, por lo que el Rey Enrique VIII, aunque teológicamente un católico romano devoto (proclamado “Defensor de la Fe” por sus ataques al Luteranismo), decidió convertirse en “Jefe Supremo de la Iglesia de Inglaterra” para asegurar la anulación de su matrimonio. La constitución definitiva de la Iglesia Anglicana ó Iglesia de Inglaterra data de la época de Elizabeth I (Isabel I), cuando se redactó la “Confesión de Fe”, conocida como los “Treinta y Nueve Artículos de la Iglesia de Inglaterra”.

En cuanto a la historia de la Iglesia Anglicana o Iglesia de Inglaterra, ésta ha sido de Intolerancia, Fanatismo y Persecución Religiosa. Ana Bolena (en inglés: Anne Boleyn), Reina de Inglaterra, Primera Marquesa de Pembroke y Segunda Esposa de Enrique VIII (1501-1536). Su ejecución, fueron parte del complejo comienzo de la considerable agitación política y religiosa que fue la Reforma Inglesa, con Ana Bolena participando activamente en la promoción de la causa de la Reforma Inglesa. La han llamado “la Reina consorte más influyente e importante que Inglaterra ha tenido nunca”. Ana Bolena es popularmente conocida por haber sido decapitada bajo acusación de Adulterio, Incesto, Injuria, Conspiración, Traición y Brujería. Finalmente murió decapitada en la Torre de Londres. Su vida ha sido adaptada en numerosas novelas, obras de teatro, canciones, óperas, dramas de televisión y películas, incluyendo “Ana de los mil días”, “Las Hermanas Bolena”, “Los Tudor”, “Las 6 Esposas de Enrique VIII” y “Doomed Queen Anne”.
En (1535) fue enjuiciado el filósofo, político, jurista, escritor, poeta y teólogo inglés Sir Tomás de Moro por orden del Rey Enrique VIII, acusado de “alta traición” por no prestar el “Juramento Antipapista” frente al surgimiento de la Iglesia Anglicana ni aceptar el “Acta de Supremacía”. Fue declarado culpable y recibió condena. Permaneció en prisión hasta ser decapitado el (6 de julio de 1535). En (1535), Enrique VIII ejecutaba en un solo día a una veintena de Anabaptistas (Bautistas). (Hughes, 143). Enrique VIII ejecutó a 20 Arzobispos y Obispos, a más de 500 Abades, Priores y Monjes y a más de 72000 Católicos. Seis Monjes Cartujos y uno de la Orden Brigidina fueron colgados, el Obispo Católico de Rochester, Juan Fisher, fue decapitado.

En mayo y junio de (1535), otros fueron desollados en vida, ahogados y descuartizados, por negar que Enrique VIII fuera la “Cabeza Suprema sobre la Tierra de la Iglesia de Inglaterra”. (Hughes, 181-182). El (28 de abril de 1535), 5 hombres (Juan Houghton, prior de la Cartuja de Londres, Agustín Webster, prior de la Cartuja de Axholme (en Lincolnshire), Roberto Lawrence, Prior de la Cartuja de Beauvale (en Nottinghamshire), Ricardo Reynolds, del convento de la Brígidas de Sión y Juan Hale, sacerdote secular y párroco de Isleworth) fueron sometidos a un juicio. El (4 de mayo de 1535) estos hombres fueron condenados por el Tribunal, arrastrados en zarzos desde la Torre de Londres en que estaban encarcelados hasta un paraje en donde fueron, uno a uno, primero mutilados vivos, descuartizados y colgados. Se les arrancaron las entrañas, el corazón y se despedazaron sus cuerpos empalados en lanzas, uno a uno y, mientras esto ocurría, los que aguardaban su turno contemplaban el horror sin inmutarse.

Entre (1536) y (1540), se comenzó la disolución de Monasterios Católicos y sus propiedades fueron transferidas a la Corona Inglesa. Entre (1538) y (1539) unos 150 Monasterios de Hombres fueron detectados de haber firmar la cesación su existencia corporativa y su propiedad, y por un acto formal cedido todos sus derechos al Rey. Los Monjes Católicos y Canónicos Regulares expulsados de los más grandes monasterios fueron unos 3200, 1800 Frailes y 1560 Monjas. Cuando Enrique VIII (1491 – 1547) comenzó la persecución católica en Irlanda donde existían más de 1000 Monjes Dominicos, de los cuales solo 2 sobrevivieron a la persecución. Hugh Latimer, un Reformador Inglés, empañó su elocuente carrera al aprobar la quema en la Hoguera de los Anabaptistas (Bautistas) y los Franciscanos bajo el Reinado de Enrique VIII. (Will Durant, 597). En (1542) Catalina Howard, Quinta Esposa de Enrique VIII fue ejecutada por “Adulterio”.

Bajo el Reinado de Eduardo VI (1537-1553), se concretaron numerosas destrucciones de imágenes y otras medidas represivas sobre los Católicos que le valieron al Rey Eduardo VI una efusiva felicitación de Jean Calvino.

La Reina Elizabeth I (Isabel I) llevó al suplicio a más de 43000 víctimas. En (1568), La Reina Elizabeth I (Isabel I) hizo encerrar en prisión a María I Estuardo, la cual fue condenada a muerte y ejecutada en (1587). Entre (1584) y (1585) se aprobó una Ley que condenaba a muerte a aquellos Sacerdotes Católicos que se hubieran ordenado tras el ascenso de la Reina Elizabeth (Isabel I) en (1559). En Inglaterra se emanó un Decreto (1585) por el que se prohibía la Misa y se expulsaba a los Sacerdotes Católicos. La Reina Elizabeth I (Isabel I, 1533-1603, conocida como “La Reina Virgen”, “Gloriana” o “La Buena Reina Bess”), condenó en (1575) a la Hoguera a 2 Anabaptistas (Bautistas) Holandeses. En (1605) el católico Guy Fawkes, antiguo soldado al servicio de España, intentó volar el Parlamento Inglés con sus ocupantes. Descubierto, varios conspiradores murieron en la tortura, y los otros sufrieron la pena por “Traición”: “Eran ahorcados sin dejarles morir, luego les seccionaban los genitales y los desventraban, quemando sus entrañas ante su vista, y a continuación eran decapitados y despedazados”. Guy Fawkes, aunque muy débil por la tortura, se libró saltando de la Horca y rompiéndose el cuello. Este castigo se aplicó a quienes predicaban el Catolicismo, como Thomas Atkinson en (1616), pese a tener ya 70 años.

Sir James Stephen calcula que en 300 años en la Inglaterra Anglicana (Protestante) hubo 264000 condenados a muerte por diferentes delitos, incluyendo Brujería y Herejía. En Inglaterra entre (1542) y (1736), al menos 1000 personas fueron acusadas de Brujería. Durante el Reinado de Elizabeth I (Isabel I) alrededor de 800 Católicos eran asesinados por año. En el s. XVII, en Inglaterra se estiman en cerca de 50000 personas fueron condenadas a la Hoguera. James Howell escribía en (1646) que en el período de 2 años hubo casi 300 Brujas procesadas (y la mayoría de ellas ejecutadas) en Essex y Suffolk, Inglaterra.
La Reina Elizabeth I (Isabel I) escribe a Phillip Hughes: “Se decretó una definición de Herejía que nos hace la vida segura a todos los que creemos en la Trinidad y la Encarnación. Esta ley deja intacto el principio que dice que la Herejía es castigable con la muerte”. Cualquier “Servet Inglés” pudo haber sido condenado a la Hoguera bajo el Reinado de Elizabeth, y de hecho, en (1589), condenó a la hoguera a un Arriano. (Hughes, 274). No fue hasta (1679) cuando fue abolida la Pena de Muerte por Herejía en Inglaterra, por un decreto del Parlamento bajo Carlos II. (Hughes, 274).

Jhon Stoddard lleva la cuenta de Enrique VIII, fundador del Anglicanismo: “Asesino de 2 esposas, excomulgó a muchos miembros de la nobleza en su tiempo que tuvieron la conciencia y el coraje para oponérsele. Entre estos personajes estaba el venerable Obispo John Fisher y Sir Thomas Moro. Cuando Enrique VIII comenzó su persecución, había unos 1000 Monjes Dominicos en Irlanda, solo 4 sobrevivieron cuando Elizabeth I llegó al trono 30 años después”.

Las ejecuciones comenzaron con rapidez, alrededor de 800 al año durante casi la última mitad del s. XVI. El Protestante Hallam, relata que las ejecuciones de Sacerdotes Jesuitas, en el Reinado de Elizabeth I (Isabel I), estaban caracterizadas por el salvajismo y el fanatismo. Los detalles de tales atrocidades no complacerían a los Protestantes, acostumbrados a pensar que todas las persecuciones religiosas han sido llevadas a cabo sólo por los Católicos.

John Stoddard nos relata más sobre la persecución en Inglaterra de los que se oponían a la Iglesia Anglicana. Los Presbiterianos, por ejemplo, fueron calumniados, encarcelados, mutilados e incluso condenados a muerte. Los Anabaptistas (Bautistas) y Unitarios fueron quemados vivos. (John Stoddard, 205). Obispos Anglicanos fueron cómplices silenciosos y testigos de mucha tortura. (John Stoddard, 205-206). En Irlanda, 2 Obispos Católicos fueron ejecutados por los ingleses en (1578), y otros tantos en (1585) y (1611). En (1652) hubo un intento por exterminar a todos los Sacerdotes Católicos en Irlanda.

En un acta firmada por los Comisionados del Parlamento de Inglaterra, decretaron que cada “sacerdote romano” debería ser colgado, decapitado, descuartizado, sacarle las entrañas y quemarlas, colocar su cabeza sobre un poste en un lugar público. Al final, fueron escasísimos los sacerdotes que quedaron en toda la isla. (John Stoddard, 206). Opositores en Irlanda también soportaron horribles sufrimientos. Hubo casos registrados en los que se les arrancaron a tirones sus dedos, a los que se les chamuscó el cuerpo por medio de hierros candentes, a los que se les rompían las piernas. Sus esposas también eran azotadas en público. (John Stoddard, 207).

En (1533), Enrique VIII promulgó la primera legislación contra la Sodomía en Inglaterra, con penas que iban desde la pérdida de propiedades hasta la muerte (había una vigilancia estrecha de las “Molly Houses” ó “Burdeles de Prostitución Masculina”, y aquellos que las visitaban eran condenados a muerte. Esta práctica continuó hasta el siglo XVIII), y en (1542), promulgó la pena de muerte contra la Brujería (Hechicería). En julio de (1540), se ejecutó a la primera persona condenada por Sodomía, y por Traición, Walter Hungerford, Primer Barón Hungerford de Heytesbury. En (1563), Elizabeth I (Isabel I) promulgó un estatuto en el que ordenaba la pena de muerte para las Brujas y los Hechiceros. En esta ley se consideraba una felonía la invocación de los Espíritus Malignos para cualquier propósito, independientemente del daño que pudieran provocar. Castigados por la Ley Civil antes que por la Eclesiástica, a los individuos convictos se les condenaba a la Horca. En Inglaterra se ahorcó a unas 1000 Brujas durante este período.
En (1604), Inglaterra, el Rey Jacobo I, promulga un estatuto más severo e intolerante en contra de la Brujería en el cual se proclama la pena de muerte sin beneficio clerical del último momento para los culpables de prácticas, este estatuto reemplaza al promulgado en (1563) por la Reina Elizabeth I (Isabel I). El (22 de julio de 1612), en Inglaterra, son ejecutadas 5 Brujas y acusadas otras 5 en el proceso conocido como “Juicios de Northamptonshire”, donde se las procesó por delitos que iban desde el asesinato hasta “embrujar cerdos”. Las ejecutadas son: “Arthur Bill, Mary Barber, Agnes Browne, su hermano Joan Browne y Helen Jenkinson”. Jennet Preston es condenada y ahorcada por intentar asesinar a Thomas Lister con ayuda de otras Brujas.

En (1612), en Inglaterra, 10 hombres y una mujer son ahorcados por el crimen de Brujería en lo que se conoce como los Juicios de Lancashire. El (12 de enero de 1616). Mary Smith es acusada de “tener relaciones con el Diablo”, quien se le aparecía como un hombre de raza negra. Muere ahorcada en Inglaterra. En (1641), en Inglaterra, John Atherton, Obispo de Waterford y Lismore, fue ahorcado junto con su amante y sirviente John Child, por Sodomía gracias a una ley que ayudó a introducir. En (1645), en Inglaterra, fue el cuarto y último de los juicios a las Brujas de Chelmsford. En ese mismo año, Joan Wiliford declara que el Diablo la visitaba bajo la forma de un perro negro de nombre Bunnie, por lo cual es condenada y ahorcada en Faversham, Inglaterra. El (14 de mayo de 1660), en Inglaterra, son detenidas la viuda de Robinson y sus 2 hijas, acusadas de “usar magia” para evitar que Carlos II regresara de su exilio. La Reina de Inglaterra María II Estuardo o Stuart (1662-1694), gobernó Inglaterra 5 años (1689-1694). Persiguió a los Católicos y sofocó rebeliones en Escocia e Irlanda. Entre (1800) y (1836) en Inglaterra fueron condenados y ejecutados a muerte 58 personas, 48 por Homosexualidad y 10 por Bestialismo (Zoofilia). La última ejecución tuvo lugar en (1836). Inglaterra abolió la pena de muerte por conductas homosexuales en (1861).

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