No hay muchos cuadros donde podamos disfrutar del impactante
efecto visual de percibir dos conceptos distintos en uno: en este cuadro
podemos ver un jinete mexicano en un escenario donde vemos un puente debajo del
cual pasa un río, y en la orilla del río una mujer tapada durmiendo al raso.
Pero de lejos podemos percibir el retrato de perfil de un hombre viejo ya
canoso con abundante barba y cabellera y de mirada firme e imponente.
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